domingo, 9 de agosto de 2009

Poniendo zapatos

Recuerdo la pereza que me daba, cuando era niña, el hacer las tareas de matemáticas. Los conjuntos, los fraccionarios y especialmente las divisiones me enloquecían. Me sentaba frente al cuaderno y terminaba por divagar en cualquier otra cosa y dejando la tarea por la mitad.

Al final de la tarde, mi abuelita siempre me preguntaba "mija ¿ya terminó las tareas?" y cuando yo le decía que las había dejado "a medias" ella me cogía comprensivamente, me llevaba hasta la mesa del comedor y me decía "venga mija le ponemos los zapatos".

Recuerdo que cuando me gradué del bachillerato, ví a mi abuelita entre los asistentes aplaudiendo con una alegría enorme y se me escaparon unas lágrimas recordando sus palabras y lo mucho que me ayudó a aprender, la disciplina que me hizo adquirir y el amor que logró que tomara por el aprendizaje.

Ya de eso han pasado varios años, y hoy, algunas complicaciones me hacen retomar las palabras de mi sabia abuelita. Algunos lo llaman disciplina o aplicar eso de "al mal paso darle prisa", otros más trascendentales lo denominan "cerrar ciclos"; ella, simplemente dice que debemos "poner zapatos".

Esta frase basta para mí, para recordar siempre terminar las cosas que empezamos, terminarlas bien aunque sea difícil, aunque duela o a veces tengamos que ponernos un poquito colorados o derramar un par de lágrimas.

"Poner zapatos" en el trabajo, en el estudio y en las relaciones personales, es la garantía de despertarnos tranquilos al día siguiente, al siguiente y al siguiente, de poder mirar a la gente a la cara y de andar por la vida con la frente en alto aunque no tengamos nada en el bolsillo. Pensar yo lo pequeña que estaba y mi abuelita todo lo que me estaba enseñando.

Lala

4 comentarios:

Invierno Funk dijo...

se me puso el ojo Remi.

Me encanto la frase de la abuela.
tiene toda la razón!

gracias por compartir

ABCamilo dijo...

Lala,

Aplicaré la enseñanza de tu abuelita; qué persona tan hermosa es y qué bonitos aprendizajes los que te ha dejado. Mucho ánimo para que termines de "poner los zapatos" a lo que aún queda pendiente.

Un besote

Laura Caro dijo...

Invierno Funk, muchas gracias por tu comentario. Me agrada que estas cositas cursis que se me escapan le gusten a alguien.

ABCamilo, gracias por el ánimo, aquí voy poniendo zapatos y esperando que ninguno de ellos me quede grande.

Lala

Sorey García dijo...

Que hermosa historia, ... nada más lindo y adecuado para empezar una noche de trabajo después de un día dificil...que bueno haberte conocido, y que bueno que tu abuelita te ha dejado tan preciosa enseñanza...

:)