Recuerdo la pereza que me daba, cuando era niña, el hacer las tareas de matemáticas. Los conjuntos, los fraccionarios y especialmente las divisiones me enloquecían. Me sentaba frente al cuaderno y terminaba por divagar en cualquier otra cosa y dejando la tarea por la mitad.
Al final de la tarde, mi abuelita siempre me preguntaba "mija ¿ya terminó las tareas?" y cuando yo le decía que las había dejado "a medias" ella me cogía comprensivamente, me llevaba hasta la mesa del comedor y me decía "venga mija le ponemos los zapatos".
Recuerdo que cuando me gradué del bachillerato, ví a mi abuelita entre los asistentes aplaudiendo con una alegría enorme y se me escaparon unas lágrimas recordando sus palabras y lo mucho que me ayudó a aprender, la disciplina que me hizo adquirir y el amor que logró que tomara por el aprendizaje.
Ya de eso han pasado varios años, y hoy, algunas complicaciones me hacen retomar las palabras de mi sabia abuelita. Algunos lo llaman disciplina o aplicar eso de "al mal paso darle prisa", otros más trascendentales lo denominan "cerrar ciclos"; ella, simplemente dice que debemos "poner zapatos".
Esta frase basta para mí, para recordar siempre terminar las cosas que empezamos, terminarlas bien aunque sea difícil, aunque duela o a veces tengamos que ponernos un poquito colorados o derramar un par de lágrimas.
"Poner zapatos" en el trabajo, en el estudio y en las relaciones personales, es la garantía de despertarnos tranquilos al día siguiente, al siguiente y al siguiente, de poder mirar a la gente a la cara y de andar por la vida con la frente en alto aunque no tengamos nada en el bolsillo. Pensar yo lo pequeña que estaba y mi abuelita todo lo que me estaba enseñando.
Lala
domingo, 9 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
se me puso el ojo Remi.
Me encanto la frase de la abuela.
tiene toda la razón!
gracias por compartir
Lala,
Aplicaré la enseñanza de tu abuelita; qué persona tan hermosa es y qué bonitos aprendizajes los que te ha dejado. Mucho ánimo para que termines de "poner los zapatos" a lo que aún queda pendiente.
Un besote
Invierno Funk, muchas gracias por tu comentario. Me agrada que estas cositas cursis que se me escapan le gusten a alguien.
ABCamilo, gracias por el ánimo, aquí voy poniendo zapatos y esperando que ninguno de ellos me quede grande.
Lala
Que hermosa historia, ... nada más lindo y adecuado para empezar una noche de trabajo después de un día dificil...que bueno haberte conocido, y que bueno que tu abuelita te ha dejado tan preciosa enseñanza...
:)
Publicar un comentario