miércoles, 12 de agosto de 2009

¿Por qué no soy feminista?

Hace más de 40 años, en un pueblo de Boyacá Julia entró a la escuela de educación básica primaria y fue excelente estudiante. Cuando terminó quiso seguir con el bachillerato y su padre dijo "¡No! las mujeres no estudian!", pero su madre dijo "¡Sí! si ella quiere estudiar pues estudia" y ella misma se consiguió el dinero año tras año para patrocinar su educación.

Seis años después, cuando Julia terminó el bachillerato quiso entrar a la universidad, y la escena se repitió tal cual, con la diferencia de que esta vez ella terminó en la Universidad Nacional, en donde estudió su carrera profesional. Después de Julia, la escena fue repetida por su hermana Gloria, quien también logró su título, siempre con el apoyo de su mamá.

Doña Fabiola, madre de las dos jóvenes, nunca supo de equidad de género, ni de feminismo, tampoco decía "hijos e hijas, vengan a almorzar", ni pensaba que era violencia de género que su esposo patrocinara solo el estudio de los hijos varones. Pero sabía que en donde una persona tiene derecho a algo, todas las demás también deberían tenerlo, sean hombres o mujeres. Por eso se esforzó para hacer cumplir lo que le parecía justo y hoy en día tiene dos hijas muy exitosas.

Esta historia es real, aunque los nombres sean ficticios (para "proteger" a las fuentes) y muestra de forma bien clara, que el tema de la equidad de género no es otra cosa que un asunto de equidad humana.

Tanto las mujeres como los hombres, podemos ser vulnerables en diferentes condiciones, que dependen más de la pobreza e ignorancia, que de la inequidad. Y si vamos a ser justos ¿por qué las mujeres no debemos prestar servicio militar obligatorio? ¿por qué quienes deben morir en la selva es a los hombres? ¿no se supone que somos "iguales"?

El feminismo persigue una igualdad interesada, que pretende victimizar a la mujer, rebajarla a un puesto en el que no puede defenderse por sí misma, en donde necesita subsidios y regalos de la sociedad para salir adelante. Recuerdo una vez que se me acercó una candidata al Concejo de Medellín y me dijo, palabras textuales: "vote por mí para que haya una mujer en el Concejo" ¿y su trayectoria política? ¿y su preparación académica? ¿solo tengo que votar por usted porque es mujer? disculpe ¿con sus propios méritos no me puede convencer sin meterme ese cuento de que vote por usted porque es mujer?

Esa mediocridad me parece descarada, y me parece que lo justo es que tengamos puestos directivos, cargos políticos y títulos porque somos capaces, no porque somos mujeres y tenemos derecho al puesto. Reconozco que hay discriminación, como en la historia de Julia y Gloria, pero la respuesta como en el caso de ellas no es exigir por que se es mujer, sino exigir porque se es un ser humano.

Si a las niñas las educan para servirle el desayuno a los hermanos ¿de qué sirve el lenguaje incluyente? Si se sienten orgullosas de lavarle los calzoncillos al papá (suena ridículo pero las he escuchado) ¿de qué sirve que conozcan el concepto de violencia de género?

Nuestra sociedad necesita verdaderos conceptos de igualdad y verdaderos conceptos de individualidad, en los cuales hombres y mujeres puedan ser útiles al mundo a su manera, como amas de casa, como padres o madres, obreros o profesionales; en los cuales la sensibilidad y la fortaleza nos sean permitidas a todos por igual, en la cual no haya machismo, ni feminismo, sino un profundo "humanismo".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tampoco soy feminista y siempre me he negado a serlo. Por lo mismo, porque me considero humanista, porque llamarnos ellas y ellos no detendrá al marido golpeador (las mujeres también golpean), porque seguir marcando diferencias es uno de los generadores de exclusión.

Pd.. creo que sé quién fue la candidata que te dijo eso. Ahí está pintada.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, tu blog me tiene enganchada!

Laura Caro dijo...

Catalina, totalmente de acuerdo contigo, el problema que tenemos va mucho más allá del lenguaje y en este no encuentra su solución, en cambio, tanta diferencia nos separa más.

Sol, muchas gracias por comentar.

Saludo a las dos :)

Red Salud Medellín dijo...

Yo entro a contradecir un poco las cosas. Me parece que no puede relegarse el feminismo a un asunto de lenguaje. El feminismo es una lucha que puede mirarses desde muchos valcones y el solo hecho de defendernos como mujeres capaces ya nos está haciendo tomar una posición. Yo si soy feminista, y lo seguiré siendo, más aun en un país como Colombia en el que, muy ajeno a nuestras realidad citadina y cotidiana, a las mujeres las siguen matando, los maridos les siguen dando garrote, en un páis llenas de mujeres que no solamente somos madres cabezas de hogar, sino cabezas de la cordura.
Afortunadamente, nosotros tuvimos la oportunidad de ir a una universidad y ser hoy mujeres independientes. Pero, eso no basta dentro de este mundo en el que no está tocando vivir.

Laura Caro dijo...

Perla, muchas gracias por tu comentario, me parece muy valioso porque mujeres feministas hay muchas y es bueno que haya un diálogo entre quienes lo son y quienes no.

Solo quiero aclararte dos cosas:

1. En ningún momento se dijo que el feminismo se refería solo al lenguaje, hablé también de la llamada violencia de género y otras manifestaciones del feminismo.

2. Sí mujer, a las mujeres las matan, pero a los hombres y a los niños también, por igual. A las mujeres les dan garrote, y claro que a los hombres también, además ¿quién se ha pronunciado formalmente contra la explotación económica que un alto porcentaje de los hombres sufre de parte de las mujeres? nadie, y eso hace parte de nuestra cultura desde que un niño de 14 años invita a una niña a salir por primera vez.

Yo no defiendo a ningún grupo, defiendo al ser humano. Lo que quiero hacer ver, es que nuestra cultura tiene inequidades muy marcadas, para mujeres, hombres, niños, ancianos, etc. y cuando nos ponemos en actitud de reclamo, terminamos poniéndonos por debajo.

Laura

Red Salud Medellín dijo...

Laura, completamente de acuerdo y pues que exista la diferencia de pensamiento y el respeto por esas diferencias es una buena manera de salvar este mundo. Saludos,