miércoles, 6 de junio de 2007

¿Para qué nuestros muertos?

Estos primeros días de junio se han vuelto tristes para mí. Antes, como muchos universitarios veía con orgullo las conmemoraciones del día del estudiante caído, pero hoy no puedo más que sentirme avergonzada de que sean los propios estudiantes quienes recuerden unas muertes innecesarias que han sido resultado de una guerra que nadie necesita, y que desafortunadamente, de poco o nada sirve.

En los últimos días me he preguntado muchas cosas con respecto al movimiento estudiantil, preguntas que me encantaría que muchas otras personas se hicieran reflexivamente y sin tener que pensar antes en cómo me van a responder para hacerme la contraposición. Sólo es una opinión, no pretendo cambiar el pensamiento de nadie, pero sí les pido que por un momento piensen en lo que digo, depronto les queda sonando...

Me pregunto por qué criticamos a todos los que propician guerras, los que generan muertes, los que incluso generan su propia muerte, cuando en nuestros propios claustros se gesta una guerra, guerra que como todas es dolorosa y que como muchas es innecesaria e inútil.

Me pregunto qué esperan conseguir de forma violenta, acabando con los bienes físicos y con las personas, cuando está demostrado que sólo se les juzga y poco se les atiende.

Me pregunto si no se han dado cuenta de que este país ya vio suficiente violencia como para desear más, como para que funcione, como para que el gobierno le preste atención a un par de muertos cuando hay muertos a diario, cuando estos pasan a ser otro nombre u otro número.

Me pregunto, por qué les gusta tanto tener mártires, cuando estas personas casi siempre se convierten en un ícono nada más, en un símbolo de un movimiento que vale por sí mismo aunque sus muchos de sus defensores ni siquiera sepan quién fue, qué hizo o por qué fue un mártir.

Me pregunto si no han pensado que otras actitudes menos destructivas y más luchadoras (verdaderamente luchadoras) como el trabajo, como la opinión, como el estudio pueden tal vez contribuir a que las cosas cambien sin que se ponga en peligro la vida de nadie.

Y ante todo, me pregunto si todos los que salen a defender sus ideales violentamente han pensado en su familia, o han pensado en que por combatir en una guerra que no tiene contrincante hay personas que han dejado madres solas, hermanos, primos, novios, amigos, y además, que con ello coartaron una verdadera arma que tenían para luchar: la del conocimiento que estaban cultivando en una universidad.

Lo lamento, porque al ver personas conocidas, muertas y con todos sus ideales sepultados con ellas, sólo puedo pensar que esas muertes se pudieron haber evitado, si antes muchos estudiantes se hubieran preguntado ¿para qué esta guerra? ¿para qué nuestros muertos?...



5 comentarios:

::::VARGAS:::: dijo...

De acuerdo en lo de pedir actitudes más pensadas y menos destructivas (Estoy parafraseando, no recuerdo el texto exacto).
Muy interesante la entrada.

Laura Caro dijo...

Hola Webargas, lo dijiste de forma diferente, y en cierto modo así cobra más sentido, todos los colombianos y no sólo los estudiantes universitarios, debemos propender por actitudes un poco más concienzudas y entiendiendo ante todo que la violencia sólo genera muerte y destrucción.

Saludos

Anónimo dijo...

Me gusta este post.

Digamos que varias veces me he preguntado sobre el sentido de muchas cosas, pero por tal motivo es que me he visto encasillado dentro de vertientes que ni siquiera sigo.

No estoy de acuerdo con la polarización, con la definición estricta, casi contra la pared en la que obligan a decidirse por un "lado".

Esas separaciones, ese énfasis en crear diferencia es el que nos lleva a creer que somos superiores en tales o cuales puntos o sentidos.

Por aquí llegué,
Por aquí estuve...

Andrés EM
Admin-Comúnica

Unknown dijo...

De repente el nombre de Ángela me viene a la cabeza... totalmente de acuerdo con vos, y tengo razones de sobra, lo cierto es que los conflictos no se solucionana a opunta de piedras y gritos, si ahorrarámos tosdos esos esfuerzos para combartir de verdad y con verdaderos argumentos, de seguro ´las cosas sería muy muy diferrents

Entre la vigilia y el sueño... dijo...

estoy de acuerdo, porque tan absurdo es Laura que se critique la represión y la censura cuando los estudiantes caen en el mismo juego de amenzar, advertir; tan ridículo es marchar en contra de una guerra de la cual cada uno somos protagonistas.